Master Chef Junior programa para adultos.

Estos días la televisión pública emite un programa para adultos con niños y niñas como protagonistas, no, no es el primero ni, seguramente, el último. Pero en este ocurren una serie de incongruencias que ponen en peligro la salud de los niños, espero que pocos, que ven el programa y de los que salen en ella.

En Master Chef Junior, programa de cocina a imagen y semejanza del que hace unos meses se emitió con éxito en la televisión pública, selección a grupo de niños y niñas de entre 12 y 8 años de toda España que deben preparar platos como si fueran adultos, donde tienen que utilizar los fogones, el horno, los cuchillos… situaciones normales en todas las casas.

La dinámica del programa consiste en que los que no son capaces de aguantar la presión son eliminados. Las pruebas consisten en preparar algún plato en un tiempo límite con la calidad suficiente según el jurado formado por profesionales de la cocina.

Es decir, niños de 12 a 8 años utilizan cuchillos y fuego para competir contra otros niños para no ser humillados. Esto ya es una barbaridad, pero esto no acaba aquí.

El programa pone en peligro a estos niños pero además convierte en normal el uso de cuchillos y fuegos para los niños que ven el programa, que sus padres en casa les tienen prohibido.

Podemos continuar con los errores del programa:

El programa en un alarde de “ecologismo” les exige que los envases de vidrio los reciclen, cink, clink patrocinador Ecovidrio… ¿por qué sólo el vidrio?, ¿no saben que hay más contenedores y que se pueden separar todos los residuos?

El programa en un alarde de “solidaridad” les recuerda que los productos que no utilicen serán donados al banco de alimentos, es decir, que deben seleccionar bien los productos que utilicen. Esos productos son una marca de supermercados, clinc, clinc El Corte Inglés. ¿No sería mejor enseñar hacia la soberanía alimentaria? ¿A utilizar productos de temporada y reducir el consumo de carnes, favoreciendo una dieta equilibrada?

Para acabar nada más educativo que las lágrimas de unos niños de 8 a 12 años que no han sido capaces de ser tan buenos como sus compañeros y, por tanto, deben ser expulsados del programa. ¿No sería mejor enseñarles a colaborar, a definir el plato, el menú en equipo y prepararlo conjuntamente? ¿No sería mejor que las lágrimas fueran de felicidad porque se lo han pasado bien, porque han disfrutado?

Por cierto, en el programa van invitados del nivel internacional de… Mario Vaquerizo.

Lo dicho, un programa para adultos con niños.