El TALENTO, para muchos de los gurús de los Recursos Humanos, este es el recurso que hay que tratar de retener… Cuando los responsables de RRHH se plantean la sostenibilidad de los recursos piensan en el necesario establecimiento de una valoración de puestos de trabajo definiendo los puestos clave: ESTRATÉGICOS los llaman.
Para definir estos puestos estratégicos valoran la innovación, el valor añadido que aportan y las posibilidades de desarrollo que pueden desempeñar y, en función de esto tratan de ofrecerles un salario acorde a sus capacidades, además les premian con posibilidad de desarrollo profesional, y en otros tiempos, vehículo a disposición, visa,….
En resumen, los directores de Recursos Humanos ganan y hacen ganar mucho dinero definiendo puestos estratégicos que a su vez gana mucho dinero…. por RETENER el talento.
Sin embargo cuando ocurre todo lo contrario, cuando no se prevé un desarrollo profesional, una mejora salarial, una posibilidad de convertirte en estratégico, ya no se aporta valor añadido impregnando el espacio y a los compañeros de un áurea de negatividad que resta, que ahora sí se ha convertido en estratégico porque esas personas son auténticos agujeros negros, sin embargo, los directores de RRHH no invierten nada en buscar a esos focos de infección tóxica, que se han convertidos en hormiguitas (hacen bien su trabajo en silencio) cuando tienen capacidad de convertirse en bambú, como dice Sonia Rodríguez Muriel en su blog Pasión por los RRHH, por las personas.
Esto ocurre porque es más fácil detectar las luces que las sombras, pero hay que aprender o desaprender a buscar en las tinieblas, las empresas que sean capaces de reconvertir tantos a unos como a otros mejorarán sus procesos para mejorar su estancia en las empresas como paso para mejorar las empresas.
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