Lo flamenco es lo posflamenco, lo jondo pasado por la academia, pero también lo preflamenco. Estas Historias de viva voz son, van a ser también, los cantes de nuestros abuelos en la era o esas canciones de gitanos húngaros, es decir, rumanos, búlgaros y franceses, aunque no quiera Sarkozy, que cantaban canciones a una mona, a una cabra, llamada Mariana, llamada Andalucía, canción que entró también en el repertorio flamenco. Va a ser la fiesta íntima, un lagar en Jerez, en plena campiña.
Una noche de corbata: ésta es la fiesta del flamenco. Con sus luces y sus sombras, que diría el maestro José Manuel Caballero Bonald, que siempre prefirió, sigue prefiriendo, el flamenco de pantalones rotos. Pero una noche es una noche: póngase la corbata. Es la gran fiesta del flamenco. Nos pondremos de largo para una hermosa celebración jonda. Una cita ineludible y deseada por todos los que amamos este arte. Y si quiere venir Sarkozy, será bien recibido, porque, como decía el malogrado Fernando Terremoto, “el flamenco se lo merece todo el mundo”.